Fue en Estados Unidos. El hombre se sintió fascinado por su amabilidad y buen trato y decidió ayudarlo.
Ocurrió en Kansas, Estados Unidos. Brian Maixner trabajaba como camarero en el Doo-Dah Diner de Wichita y a pesar de su amabilidad y excelente tarea, tenía un problema: sus dientes estaban en un estado deplorable. Algunos ya ni los tenía, otros estaban cariados o manchados.
Eso cambió el día que entró al local Fred Boettcher, un abogado al que Brian atendió muy amablemente, informa el Hufftington Post.
El cliente quedó fascinado con Brian. "Se movía con tanta amabilidad y sonreía con tanta confianza a pesar de tener esa boca... Me parecía doloroso", dijo.
Entonces, decidió dejar una propina algo más que generosa: 25.000 dólares para que el mozo se arregle su dentadura.
Brian no podía creer la generosidad del cliente y no paraba de llorar. Fueron dos meses de tratamiento y ahora tiene una dentadura blanca y perfecta.