Parece simple pero suele costar más de lo que se cree. Con un papel doblado este joven destapa una botella de cerveza.
Algunos hacen gala de fuerza y la abren con sus dientes. Otros rompen las llaves de casa intentando abrir la botella.
Este joven arriesga mucho menos que su dentadura o dormir afuera. Con una simple hoja, doblada varias veces, logra destapar su cerveza.
Un buen consejo para cuando no tenemos un destapador a mano y la se impone la sed.